El grave problema de los adolescentes con el alcohol
hace 52 meses.

Hay chicos que empiezan a tomar a los 11 años, adolescentes que toman mientras los padres miran para otro lado y jóvenes que conducen ebrios. Las zonas grises de la publicidad y las previas con canilla libre organizadas por empresas de viajes de egresados.


Los número son alarmantes. Más si consideramos que esos número representan jóvenes, adolescentes y en algunas ocasiones, niños. 

En los últimos años, la ingesta de alcohol en jóvenes y adolescentes creció, amparada en una cierta “aceptación social” por parte de los padres y fomentada muchas veces por las empresas que ven en esa franja etaria un mercado virgen y en expansión. 

 

El fenómeno es mundial. 

Según un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS), mueren por año en el mundo 1,2 millones de adolescentes por motivos evitables: la mayor causa es la de los accidentes de tránsito, seguido por suicidio e infecciones de las vías respiratorias bajas. 

Muchas de las muertes por accidentes o suicidio, están relacionados con el consumo excesivo de alcohol, que además es la puerta de entrada a otras adicciones. 

Nuestro país no se queda atrás en esta tendencia. La Federación Interamericana del Corazón, sede Argentina (FICA), viene informando hace cuatro años que según cifras oficiales de la Sedronar,  7 de cada 10 adolescentes consumieron alcohol alguna vez en la vida y la mayoría lo hizo por primera vez antes de los 14 años. 

Un estudio de Defensoría del Pueblo de la Prov. Buenos Aires de 2018, arrojó algunos resultados espeluznantes con respecto a la edad de inicio de consumo de bebidas alcohólicas, en niños de hasta 11 años. 

Sumado a eso, la mayoría de los chicos entre 18 y 30 años aceptaban haber conducido en estado de ebriedad o haber circulado en un auto cuyo conductor había bebido. También afirmaban conocer personas que terminaron hospitalizadas por ese tema, sin embargo no fueron capaces de indentificar las consecuencias que trae aparejado el consumo de alcohol sobre su conducta ni sobre su salud. 

 La FICA también marca que el patrón de consumo problemático más habitual entre los adolescentes es el que  implica grandes cantidades de alcohol consumidas en cortos períodos de tiempo. Se da normalmente los fines de semana, y la media es de 0,8 gr/ de alcohol en sangre. El mismo informe marca que “quienes comienzan a beber antes de los 15 años tienen cuatro veces más probabilidades de convertirse en alcohólico dependientes y casi siete veces más probablidades de sufrir leciones en accidentes de tránsito y peleas físicas”.

 

El alcohol es la sustancia psicoactiva más consumida por estudiantes de secundaria en todo el país, sin diferencia entre varones y mujeres. Este consumo está estimulado desde todos los ámbitos. En el hogar, los padres no visibilizan el fácil acceso que tienen sus hijos a la bebidas alcohólicas, muchas veces suministrados por ellos mismos. Consumo que es, además, fomentado desde la publicidad, desde los espacios públicos de esparcimiento o más directamente por algunas empresas que promocionan sus viajes de egresados con fiestas previas con canilla libre. 

En Argentina, la ley 24.788 prohibe específicamente anuncios en radio y TV durante el horario de protección al menor, pero no alcanza a la publicidad en puntos de venta, vía pública, internet, medios gráficos, marketing directo y televisión y radio después de las 22 horas. También prohibe la venta de alcohol a menores de 18 años, una normativa que no tiene su correlato en la práctica, sobre todo en comercios minoristas. 

El consumo excesivo de alcohol es una cuestión de salud pública. Más allá de la necesidad de cumplir estrictamente con la Ley e incluso reveer algunos aspectos que ésta no contempla, el camino más seguro y sostenido en el tiempo es la educación.

Es urgente concientizar a los jóvenes (y a sus padres) que el consumo excesivo de alcohol tiene consecuencias graves e incluso puede acabar con la muerte. 

 

En ese marco, el spot del Consejo Publicitario Argentino sobre el tema es claro e interpela directamente a los padres, como los primeros y mayores responsables de la educaciónd e sus hijos. 


¡Comparte la noticia con tus amigos!



Comunicate con nosotros