Fuimos parte de la primera maraton solidaria de la fundación Juntos hay Equipo, que promueve valores de responsabiidad social a traves del deporte y la cultura.
El domingo 25 de agosto, a 30 kilómetros del Obelisco, 120 runners se dieron cita para una carrera a campo traviesa y una consigna : hacer que cada paso valga la pena.
Se trató de la primera maratón solidaria de la Fundación Juntos Hay equipo, que se llevó a cabo en Rancho Taxco, en Tristán Suárez.
La cita era a las 8.30 de la mañana y la carrera largó a la diez. En medio de un ambiente familiar, los corredores disfrutaron de una previa distendida y con un enorme espíritu de camaradería.
Se corrieron tres categorías, 8 kilómetros, 3 kilómetros y un kilómetro para los niños. La idea era que todos pudieran participar, en una competencia inclusiva y familiar, con un fin solidario. El evento se extendió hasta pasado el mediodía, con las familias de los corredores aprovechando de un domingo espectacularmente cálido para ser agosto.
Juntos Hay Equipo se dedica desde el 2013 a promover los valores de la solidaridad, la responsabilidad social, la inclusión y la sustentabilidad a través de actividades deportivas, sociales y culturales.
“Creemos que lo más importante es generar conciencia de que cada uno de nosotros podemos ser agentes de cambio para crear una sociedad mejor”,explicó María Carolina Bilotta, fundadora de Juntos.
El nombre de la maratón, “TUS PASOS VALEN” resume ese espíritu.
“Corremos todos los días, por miles de cosas, por el colegio, por el trabajo, por la casa, por el banco... entonces nos preguntamos que pasaría si un día, frenamos y corremos por otro motivo”
En este caso, los motivos era concientizar y visibilizar la problemática de las diferentes ONG convocadas, algunas locales y otras de alcance nacional, como TECHOy Missing Children. Entre las locales estuvieron Damos Más, que trabaja la problemática de gente en situación de calle, Casa Manu, el hogar para niños con VIH con vulneravilidad social, el desayunador Santa Teresa de Calcuta, de Villa Golf, el merendero Un juego por una Sonrisa, de Sol de Oro, Llegando a vos, la filial de CONIN Ezeiza y Fundabrigo.
También se sumaron la Universidad Abierta Interamericana, con su proyecto universidad sustentable y dos organizaciones de rescate y protección animal.
Todos los detalles del evento siguieron las cuatro premisas de esta maratón: solidaridad, inclusión, concientización y sustentabilidad.
Cabe destacar que, como todo evento benéfico, se realizó ad honorem. Todos los que trabajaron eran voluntarios y gran parte de la infraestructura fue aportada sin cargo por las empresas comprometidas con la responsabilidad social. Es muy caro realizar eventos de este u otro tipo, en los que no hay un fin de lucro, sin el aporte económico o material de los sponsors, porque el costo superaría la recaudación. Por suerte en la zona hay empresas que estan convencidas que la concientización es la clave para cambiar las cosas.
“La sociedad argentina es muy solidaria. Pero si la gente no se entera de las diferentes problemáticas y no conoce a las organizaciones que las abordan, es muy difícil que se movilicen a actuar”
Un dato no menor es que ese domingo se corrieron los 21 k de Buenos Aires. Récord de corredores y de sponsors, en la carrera urbana más representativa de la ciudad. En un momento se barajó la idea de cambiar la fecha, porque cuando comenzaron con la convocatoria, muchos de los equipos de running estaban comprometidos con los 21 K de Buenos Aires.
“Sin embargo, decidimos no hacerlo. Ya estabamos en el medio de la organización, y nosotros entendíamos que esta maratón tenía otro sentido. Eramos apenas una pequeña gota, comparado con la marea humana que sería la maratón de Buenos Aires. Pero, como dijo la Madre Teresa de Calcuta: podemos ser solo una gota en el mar, pero el mar se forma de gotas”.
El resultado fue buenísimo: la mayoría de los inscriptos fueron runners locales, lo cual generó una sinergia particular. “El primer objetivo esta cumplido. Plantamos una semilla en cada uno de los que corrieron , en su familias, en las empresas que nos apoyaron. Es la idea de que cada uno, desde el lugar que ocupa, puede hacer algo para mejorar su lugar en el mundo. Dejar una huella, hacer que cada paso valga la pena”,cierra Carolina.
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