Objetivo cumplido!
hace 59 meses.

Volvieron los runners de Canning que fueron a correr los 62 kilómetros del Raid Columbia a Salta y Jujuy.


Desde el viernes hasta el domingo se corrió en el norte argentino el Raid Columbia, la carrera más exigente del país. Son 62 kilómetros divididos en tres etapas: la primera en el Tren de las Nubes, la segunda en el Cerro de los Siete colores y la última en las Salinas Grandes. Más allá de la belleza natural de los paisajes de Salta y Jujuy, es un desafío particular por la exigencia de la altura y la dificultad del territorio. Los corredores que forman parte de Patio Devia Running Team se prepararon durante meses y todos llegaron a la meta. Y todos, también, reconocen que la satisfacción de cruzar esa meta no se compara con ninguna otra. 

Acá están, ellos son:



Cintia Bolaño corre desde el 2014, y comenzó a correr después de tener a sus tres hijos. Fanática de las carreras de trail y las largas distancias, dice que -"los kilómetros, los cerros y las montañas son como mi psicólogo personal, me replanteo cosas de mi vida y me voy analizando cuando mi cabeza ya se siente agotada de tantas horas de carrera". 

Esta será su segunda experiencia en el Raid de los Andes. "Una experiencia unica".

 


Lila tiene 39 años y hace dos años y medio que descubrió el runing "Yo no corría ni el colectivo. Como la mayoría que empieza de cero, al principio tenía dolores por todos lados, miedo de todo. Pero mi felicidad era plena, me empecé a sentir como no me había sentido en años. Estaba feliz de hacer algo por mi.

Madre  de dos niñas pequeñas, docente y ama de casa, reconoce que lo mejor de formar parte del grupo de running de Pato Devia es compartir entrenamientos, carreras y viajes con gente que esta tan loca como ella. Correr el Raid fue un sueño que no pensó que podría llegar a concretar, pero "Este año en particular tuve muchos desafíos personales, muchas complicaciones y hasta muchas dudas de mí misma, pero me demostré que pude correr como me enseñaron: con el corazón."


 


Cinturón negro de taekwon-do y nadador de aguas abiertas, Pablo Peralta siempre hizo actividad física. Pero un día, en una cena con un grupo de compañeros de trabajo, alguien hizo un comentario sobre el running.  Pablo investigó un poco y encontró cerca de su casa al grupo de running de Pato Devia. "Desde ese día corro, conocí personas hermosas, sanas de mente y espíritu con la misma pasión por la actividad física, conocí lugares hermosos, risas, emociones, dolor, cansancio, lesiones, satisfacción y muchos otros sentimientos sólo en una actividad"

 



Rubén Ciurlandi, empezó a correr hace 3 años y medio distraerse del stres laboral. Hoy tiene 43 años y reconoce que no importa si trabajó 12 horas seguidas y llega exhausto despues de manejar hasta su casa "la sastifaccion de entrenar es mas grande que el sacrificio. A nivel personal logré cosas que creía imposibles,  desde mis primeros 10k hasta los 30k. Esta meta del Raid era algo que me llenaba de orgullo por correr en estas tierras y también de miedos. Parecía una locura, pero es increíble"

 


Inés es trabajadora social en el área de adultos mayores y discapacidad, es mamá y corre acompañada de su "compañero de vida". Tiene 47 años y empezó a correr hace poco mas de un año, como un modo de entrenamiento físico. "Terminé descubriendo un modo de satisfacción y buena energía  en el cumplimiento  de cada logro. El Raid de los Andes es un desafío nuevo por cumplir, rodeada de un grupo humano con el que formé una gran amistad y me dan un apoyo especial"

 


Era el 9 julio del 2012 y un amigo lo invitó a correr los 5 km del Club Lanús, una carrera promovida por la comisión de atletismo de la empresa donde trabaja Janier Renoldi.  “En ese entonces, mi ultima maraton había sido ver 3 temporada seguidas de Breaking bad, pero igual acepté. Desde ese día, no dejé de correr”

Javier tiene 41 años, esta casado con Cintia y tiene dos hijos, Victoria (con la que se da el lujo de entrenar) e Ignacio.  Corriendo logró muchas medallas, pero reconoce que más que metas de distancia, este deporte le dió muchos amigos y un enorme equilibrio en la vida. “Logré bajar de peso y mantenerme, me divierto, y aprendí a conciliar mi vida familiar y laboral con este deporte, algo que antes de hubiera parecido imposible de cumplir.”

Con el apoyo de mi esposa (Cintia) y dos hijos (Victoria e Ignacio) Javier corrió el Raid,  fue por esa anónima misión deportiva que se impuso. "Nadie me va a sacar este derecho que me gané, entrenando varias veces por semana, fondeando junto a los primeros rayos de sol de cada domingo, con frío, con lluvia, ahí estuvimos"


 

Laura tiene 49 años, tres hijos de 18, 14 y 7, un marido y una profesión de ingeniería en sistemas, sin embargo se hace tiempo para entrenar. 

"Comence a correr hace 10 años por falta de tiempo y porque los fines de semana mi marido corría. Mi primera carrera  fue 3km y no pare hasta prepararme para los 21 km" Pero cuando estaba entrenando se enteró que estaba embarazada de su tercer hijo. Cuando su bebe cumplió un año, ella comenzó a entrega de nuevo, esta vez con Pato Devia. "Eramos pocos cuando arranque pero de a poco mas amigos se sumaron al team y hoy somos un hermosísimo ggupo de locos corredores" 

El Raid Columbia fue su primera carrera de montaña. "Creo que elegi la mas linda de todas. Una experiencia unica. Pienso seguir corriendo mientras mis piernas me lo permitan. Correr es lo mas lindo que le puede pasar a una persona"

 


Si hay un ejemplo de mujer orquesta,  es Norma Coronel. Madre de dos hijas, esposa, empresaria, siempre involucrada en cuanta causa solidaria la reclame, tía, amiga...y corredora. Empezó a correr hace dos años, cuando sintió la necesidad de hacer algo más, algo que la sacara de la rutina y le hiciera bien. 

“Quería hacer un deporte que no lo sintiera como una obligación. Busqué en facebook  y allí encontré a Pato Devia Running Team, y ese mismo dia me comuniqué con la profesora. Al otro día empecé primero caminando y corriendo una cuadra, y así sucesivamente. Sin darme cuenta, al poco tiempo estaba corriendo mi primera carrera de 3k, después fueron 5k y no paré hasta completar mi media maratón”

A esa maratón, les siguieron los 26 km de Puerto Madryn, en la que tuvo el placer de cruzar el arco de la mano de su hermano y compañero de running.  Este Raid de los Andes fue su primera carrera de trail.  

“Por supuesto que todo lo hago porque tengo el acompañamiento de mi familia, sin su apoyo no sería posible. Gracias al running conocí lugares y gente increíble, reí y lloré de emoción junto a las amistades que este deporte me dio. Correr para mi es mi cable a tierra, casi un modo de vida. Me ayudó mucho bajar de peso y una cosa llevó a la otra: me fui sintiendo cada vez mejor y terminé cambiando mi alimentación." 

Norma reconoce que en todo esto, su coach tuvo mucho que ver.  "Sentirte cómoda y acompañada desde el primer día no es algo muy común de encontrar" 

 


Tamara, tiene 41 años y es mamá de dos niños y se cuerda que "cuando arranque a entrenar hace ya seis años le dije a la profe “mira que yo no corro" Pato le respondió que todos pueden correr si se lo proponen. Llego un día en que corrió sus primeros 3 k, y de esa manera siguió sumando desafíos hasta que la llegada de su segundo bebe la alejó por algún tiempito del running. Volvió a los seis meses de haber sido mamá y no paró más. 

"Para este raí, hice oídos sordos a los que miran de afuera y te dicen “vos estás loca”. Solo los locos que corremos este tipo de carreras entendemos lo que es estar en la línea de partida, disfrutar el camino y pasar la meta con lágrimas en los ojos, por qué no es solo ese día,  o es solo la carrera, sino todo el camino recorrido para llegar a la meta lo que está en tu cabeza el día que cruzas el arco de llegada. Gracias “Pato Devia” por acercarme a esta Pasión"

 

 

Valeria Quevedo tiene 40 años, es mamá de dos varones y trabaja en el Servicio Penitenciario Federal. Recuerda que de chica entrenaba con sus hermanos varones "pero no participaba en carreras, porque mi papá no me dejaba ir..."

En el 2014, una publicación en facebook de Pato Devia la hizo volver a entrenar. "Tenía esa deuda pendiente, no pensaba en llegar primera, si no solo participar en una carrera" Con el tiempo se dió cuenta que correr no solo le levantaba el ánimo y le quitaba el stress del trabajo y la rutina diaria, sino que le daba esa sensación de libertad y sentirse viva. 

 

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