Hace dos años, conocimos a un pequeñísimo grupo de mujeres que tenían en común dos cosas: eran madres y soñaban con cambiar un poquito la realidad de lo que ellas llamaban "niños invisibles"

“Juntamos los sueños de todas y explotamos”, dice Laura Furman una de sus integrantes. Todas por separado sentían la necesidad de hacer algo por los que menos tienen y el destino quiso que se cruzaran y conformaran Mamis Solidarias. “Todas trabajamos y tenemos hijos pero buscamos el momento para movernos y ayudar”, aclara Laura.

Mamis Solidarias ayuda a los “niños invisibles”, aquellos niños y niñas que muchas veces están por fuera de cualquier marco de institucionalidad. “Son invisibles para todo el mundo, algunos ni siquiera tienen DNI. No cuentan con subsidios ni asistentes sociales. Son niños en un completo estado de vulnerabilidad”, sentencia Macarena López Taipia otra de las integrantes. Mamis trabaja en aquellos lugares donde el Estado está ausente, donde los derechos más básicos como el de una vivienda digna  o el de la alimentación no están garantizados, aunque también trabajan con problemáticas particulares. 

Mamis no dependen de ninguna empresa u organismo estatal, hacen todo a pulmón y se cargan al hombro cada causa con la que se compromete. “La gente nos contacta por las redes sociales, contándonos algunas de las problemáticas que tienen y nosotras tratamos de conseguir o facilitar los medios para poder ayudarlos”, dice Silvana Fretes. Así, Mamis Solidarias gestiona recursos y donaciones a través de sus redes sociales. Aquellos que se suman a las causas de Mamis, haciendo donaciones de alimentos, ropa, muebles y lo que se necesite, ellas los llaman los “amigos solidarios”.

Unos de los principios fundamentales de este grupo es la transparencia, sobre todo en relación a las donaciones que realiza la gente. “Tratamos de no recibir dinero en mano, en todo caso pedimos que compren mercadería. O la compramos nosotras pero siempre dejándole una boleta a la persona que donó”, explica Silvana. Si bien usan las redes sociales para pedir ayuda, también es un medio para que quienes colaboran sepan el destino de sus donaciones. 

“Lo que hacemos tiene una implicancia positiva a nivel social y nuestras acciones no se circunscriben a Canning. Si bien todas vivimos en barrios cerrados diferentes, no nacimos ahí y nuestras trayectorias son distintas. Hoy tenemos la posibilidad de que a nuestros hijos no les falte nada y poder ayudar a quienes sí lo necesitan”, concluye Laura.  

Hoy son muchas las que están comprometidas con la causa. Fueron creciendo, y llegaron a lugares impensados.  Hoy tienen focos de atención en Esteban Echeverría, Lomas, Cañuelas, San Vicente y la comunidad guaraní Ivoty Okara de Misiones. 

En este link, la nota completa de TELEFE: 

http://telefenoticias.com.ar/informes-especiales/guerreras-siete-mamas-fundaron-una-ong-para-ayudar-a-los-mas-chiquitos/?jwsource=cl