Taekwon-Do adaptado: la inclusión dentro de las artes marciales
hace 62 meses.

Una conversación con el profesor José Privitera, IV dan y pionero en la Argentina en dar clases a jóvenes con discapacidad.


Por: Pablo Strozza


José Privitera tiene 42 años. Es arquitecto, está casado, tiene dos hijas, y además de ejercer su profesión en un estudio da clases en la FADU a estudiantes que, el día de mañana, serán sus colegas. Hasta acá, la vida de una profesional común y corriente. Pero José tiene otra pasión: el Taekwon-Do. Es IV dan, y da clases dos veces por semana en un Do-Yang (“lugar donde hallar el camino” en idioma coreano) del barrio porteño de Colegiales para jóvenes y adultos. Pero dentro de los jóvenes José desarrolló una especialidad: el Taekwon-Do adaptado. O sea, el desarrollo de la práctica de este deporte para chicos que sufren alguna discapacidad. Varios alumnos suyos participaron en el campeonato mundial que el año pasado se disputó en la Argentina, donde se estableció un vínculo con instructores de Nueva Zelanda dedicados a su misma búsqueda. Pero mejor que sea él quien nos cuente su historia.

¿Cuánto tiempo hace que practicás Taekwon-Do, y cuánto que das clases?

Practiqué desde los 10 a los 12 años, luego dejé y recomencé a los 28 años, hace 14 años en total, ininterrumpidamente. Y doy clases hace seis años. Estos números, en términos de un arte marcial, no son significativos. Representan una experiencia pero no una maestría. Quisiera aclararlo porque en las escalas de tiempo que implican estas prácticas representan en realidad un camino de aprendiz.

En función a las clases, ¿qué es lo que un profesor aprende de sus alumnos?

Considero que el principal concepto que se aprende y reaprende como profesor es el del reflejo sobre el asombro y la curiosidad. Se trata de una práctica que tiene que ver con el cuerpo y las emociones, la psicomotricidad. Implica involucrarse desde cada punto de vista particular, no existe un método único de enseñanza, sino un camino (Do) por el que guiamos a practicantes a descubrirlo, descubriéndose.

¿Cómo surgió la idea del Taekwon-Do adaptado?

En función de lo anterior, entender que todas las personas son diferentes, y que requieren de un enfoque particular. El Taekwon-Do adaptado emerge naturalmente desde la óptica inclusiva. El Taekwon-Do persigue la construcción de una sociedad justa y pacífica, y excluir a un enorme grupo de individuos por sus condicionantes genéticos no se corresponde con ese propósito. La inclusión verdadera implica un gran acto de humildad y empatía.

¿Qué podés contar acerca de los chicos que compitieron en el mundial?

En el año 2018 tuvimos la oportunidad de ser los huéspedes del 2do mundial de Taekwon-Do adaptado, (el 1ro fue en Londres, el 3ro será en Rusia en 2021). Nuestra escuela presentó a cuatro practicantes con capacidades y condicionantes propios. Más allá de los resultados, que fueron excelentes, el proceso de preparación y la competencia en sí implicaron involucrarse plenamente, con una gran demanda de energía emocional de parte de quienes formaron parte. Familias, instructores asistentes, competidores y acompañantes. Personalmente siento que hay un antes y un después luego de esta experiencia de vida. Para las familias fue un proceso de reconocimiento y validación de largas historias que implicaban sueños muchas veces frustrados amargamente. Asimilar que sus hijos eran “capaces” de lograr esa participación, representando al país en un mundial, fue realmente movilizador de muchas estructuras, en algunos casos incluso demasiado fuerte para poder sobrellevarlo. Tiempo al tiempo. En el caso de los competidores participantes considero, basado en las miradas de asombro e ilusión (que atesoro en mi corazón), que ha sido para ellos una experiencia reconfortante y resignificativa. Me refiero al sentido de dar entidad y validez a sus condiciones, mucho más allá de la piedad social, participando en una disciplina que los considera aptos en primer lugar y además lo hace alejándose de la competencia banal, desde la perspectiva de la inclusión.

¿Qué beneficios trae la práctica de este deporte para aquellas personas con discapacidad?

Para responder esta pregunta no puedo más que hablar del beneficio de una práctica organizada en niveles de dificultad que requieren el aprendizaje y asimilación de destrezas adquiridas a través de la perseverancia y la lucha constante. El Do en Taekwon-Do lleva mayúsculas por su importancia. El camino de aprendizaje de este arte marcial está determinado por 5 principios morales. Cualquier persona, capaz, incapaz, discapacitada, capacitada, descubre su cuerpo emocional, sus limitaciones y sus virtudes. La inclusión en Taekwon-Do adaptado implica respetar que hay tiempos más largos, virtudes mas acotadas, entendimientos limitados. Esa simple acción de respeto y empatía, de la que hablamos con anterioridad, construye en la persona un espacio de confianza y crecimiento. La persona que practica Taekwon-Do comprende que el desafío principal se encuentra en superarse a sí mismo, el foco está allí, se trabaja principalmente en ese sentido. Con estas premisas la evolución es inevitable, es parte del instinto natural de la propia supervivencia. Finalmente quisiera aclarar que la inclusión tiene dos partes actoras que buscan fusionarse y no una que “absorbe” a la otra en un acto de “generosidad”. Inclusión es entender que las barreras y prejuicios sociales deben superarse desde todos los sentidos posibles.

¿Cuál fue tu tesis de Taekwon-Do que presentaste para poder acceder a la categoría de IV dan?

Los pases de categorías o grados se dan a través de exámenes que son evaluados por maestros de gran experiencia en el arte. A partir de la categoría de IV dan el examen implica, además de las destrezas físicas, la presentación de un escrito o tesis que aporte al corpus teórico del Taekwon-Do una mirada personal fundamentada en una investigación y avalada en la práctica. Personalmente elegí trabajar sobre las estrategias pedagógicas para personas con desordenes de atención e hiperactividad, abarcando en ese amplio espectro a personas con muy diferentes niveles de convivencia con dicho trastorno.

¿Existe algún apoyo institucional por parte de las entidades que rigen el Taekwon-Do en la Argentina al Taekwon-Do adaptado? De ser así, ¿cómo es ese apoyo?

El Taekwon-Do que practicamos nosotros se engloba en la ITF (International Taekwon-Do Federation) Es una federación internacional, montada sobre una economía de cooperación y no posee apoyos gubernamentales de ninguna clase dado que no se ha logrado aún su reconocimiento olímpico. Debo aclarar aquí, que si bien existe el “Taekwondo” en las Juegos Olímpicos, se trata de un deporte competitivo vistoso que responde a otra federación y persigue el éxito deportivo como principal objetivo. Actualmente se está organizando la Federación Argentina de Taekwon-Do Adaptado (FATA) con el firme objetivo de dar un marco a todos estos trabajos y solicitar el apoyo gubernamental que merece.

¿Cómo se pueden informar aquellos papás que quieran iniciar a sus hijos en el Taekwon-Do adaptado?

La manera más lógica es acercarse a los Do-Yangs sin prejuicios ni temores, y solicitar clases de prueba y práctica. En los espacios que se honra la inclusión no debería haber ningún inconveniente. Quedan debidamente invitados a la práctica.

 

 

 

 

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