Que nadie tenga que taparse los oídos
hace 31 meses.

Nos sumamos a esta campaña de Pirotecnia Cero, para las personas con autismo y otras patologías, no sufran lo que a otros les divierte.


Llega fin de año y con él, comienza la venta (legal e ilegal) de pirotecnia. Si bien se no trata de un fenómeno exclusivo de esta época del año, se profundiza mucho más con las celebraciones de egresados, fin de año empresariales y sobre todo la Nochebuena y la noche del 31. 


Esta costumbre, que para muchos es fascinante, para otros es un calvario. 

El 80% de las personas con algún trastorno del espectro autista (TEA) tienen hipersensibilidad auditiva. Esto quiere decir que ante los ruidos de alto impacto sienten un enorme malestar e incluso dolor físico. Les genera stress y algunos llegan a autolesionarse o tener ataques de ansiedad. 


No son solo niños, hay adultos con autismo o con otras patologías que tienen la misma sensibilidad ante la pirotecnia. 

Es cuestión de ponerse en el lugar del otro. Tenes un poco de empatía y entender, de una vez por todas que lo que para unos es diversión, para otros es sufrimiento. 

Festejemos sin pirotecnia. 

Nos plegamos a la campaña de Pirotecnia CERO, para que este año nadie tenga que taparse los oídos.

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