Trabajo vs. tecnología
hace 60 meses.

En el Día del Trabajador, una mirada sobre los cambios sociales, tecnológicos, económicos y culturales que influirán en un nuevo paradigma del trabajo.


Por Sabrina Bellavía, Abogada.

Especialista en Derecho Laboral

Presidenta de la Comisión de Género del Colegio de Abogados de Avellaneda Lanús.   

 

“Los niños que entran en la primaria hoy van a terminar trabajando en empleos que no existen en la actualidad”, asegura Andres Oppenheimer en su libro Salvese Quién Pueda, una radiografía sobre el futuro del trabajo en el mundo que se convirtión en best seller. 

El autor decidió estudiar el tema a raíz de un estudio de dos investigadores de Oxford que pronosticaban que el 47 % de los empleos podrían desaparecer en los proximos quince años. Llega a la conclusión de que las nuevas tecnologías de información, la automatización, la robótica y la inteligencia artificial provocarán un desempleo tecnológico. 

Se abre un nuevo paradigma en el cual el mercado laboral reclamará personas más creativas, emprendedoras, con habilidades técnicas y humanas acordes con estas nuevas realidades y habrá una gran demanda de arquitectos, ingenieros, informáticos y matemáticos.

Sin dudas, las demandas laborales del siglo XXi distarán muchisimo de las que reclamaban aquellos mártires de Chicago de 1889, en honor a quienes se estableció el Día del Trabajo. En aquel entonces, más de 80.000 obreros en distintos puntos de Estados Unidos inciaron una de las huelgas más firmes y multitudiarias de su historia, reclamando reducir la jornada laboral de 18 a 8 horas diarias. Ni hablaban todavía de derecho a vacaciones, sueldos complemetarios, licencias por enfermedad, días de descanso, condiciones de trabajo saludables o cualquier otra reivindicación que hoy ni se nos ocurriría discutir. Sin embargo, se abren nuevos desafíos en el marco del derecho laboral. 

La Organización Internacional de Trabajo, que este año cumple 100 años, realizó un informe sobre el Futuro del Trabajo, en el cual alerta sobre los cambios políticos, sociales, económicos, culturales y tecnológicos que se suceden a nivel mundial. 

La Comisión Mundial sobre el Futuro del Trabajo OIT, asegura que los avances tecnológicos crearán nuevos puestos de trabajo, pero quienes van a perder sus trabajos en esta transición podrían ser los menos preparados para aprovechar las nuevas oportunidades.

La ecologización de nuestras economías creará millones de puestos de trabajo a medida que adoptemos prácticas sostenibles y tecnologías limpias; pero también otros puestos de trabajo desaparecerán. 

Otro factor no menos importante para el futuro del trabajo es la evolución demográfica. El aumento de la población juvenil en unas áreas y el envejecimiento de la población en otras pueden ejercer presión sobre los mercados de trabajo y desestabilizar los sistemas de la seguridad social. Pero esta misma desestabilización puede ser un factor de cambio para lograr una sociedad más activa en cuestiones de cuidado e inclusión. 

Podemos ser más o menos apocalíticos con respecto al futuro del trabajo, pero de ninguna manera podemos ser indiferentes a estos cambios. Cambiaron los paradigmas, son otros los reclamos, pero los desafíos en el mercado laboral siguen siendo los mismos. En ese punto, el cierre del informe de la OIT da una mirada esperanzadora:  “Tenemos que aprovechar las posibilidades que nos brindan estas transformaciones profundas para crear un futuro más prometedor y conseguir seguridad económica, igualdad de oportunidades y justicia social; así como, en última instancia, reforzar nuestro tejido social.”

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