En el Greenwich Village neoyorquino, el bar Stonewall Inn  (que la leyenda dice que era propiedad de la mafia) era uno de los pocos que dejaban ingresar homosexuales y lesbianas. Por ese entonces, eran comunes las redadas policiales contra la comunidad homosexual, pero la noche del  28 de junio de 1969, la cosa se les fue de las manos y la represión dio origen a una serie de protestas y manifestaciones. Salieron a la luz una serie de organizaciones activistas que pusieron sobre el tapete la lucha por los derechos de las diversidades sexuales. 

Al año siguiente, en conmemoración por la "revuelta de Stonewall" se realizaron marchas en New York y en Los Angeles. Desde entonces, se instauró ese día como el Día del orgullo y la tradicional marcha es una celebración que se fue extendiendo por todo el mundo. 

En Argentina, la primera marcha fue convocada por la Comunidad Homosexual Argentina el sábado 3 de julio de 1992 (por ser el sábado siguiente al 28 de junio), se convocaron en Bolivar y Rivadavia y marcharon hacia plaza de Mayo. Eran apenas un par de centenares de manifestantes, con sus rostros tapados para evitar la persecución que todavía era común en nuestro país.

Desde entonces, los diferentes colectivos han marchado y manifestado por los derechos de la comunidad LGTBIQ+ (lesbianas, gay, transexuales, travestis, transgénero, bisexuales, intersexuales y queer).

Si bien el 28 de junio se sigue celebrando el Día del Orgullo con distintas actividades, desde 1997 en nuestro país la marcha se realiza en Noviembre.

Según explicó Gustavo Pecoraro, uno de los referentes de la colectividad homosexual argentina y participante de esas primeras marchas, la decisión obedeció a cuestiones puramente climáticas, para que los compelerás que convivían con VIH pudieran marchar con menos riesgos. Aunque otros dicen que fue para homenajear  el aniversario de la fundación de Nuestro Mundo, la primera organización homosexual de Argentina y America Latina.