Escuchar sin usar los oídos
hace 63 meses.

El Ingeniero Luis Campos es argentino, vive en Banfield y desarrolló un dedal para que los hipoacúsicos puedan comenzar a escuchar.


“Dame un movimiento voluntario y te comunico con el mundo” dice el ingeniero Luis Campos, probablemente  la persona que más sabe en nuestro país sobre nuevas tecnologías aplicadas a las personas con discapacidad. Egresado de la Universidad Tecnológica Nacional, hace más de treinta años que se dedica a crear mecanismos para adaptar los espacios domésticos y escolares de las personas con distintos tipos de discapacidad.

Trabajaba en una multinacional cuando un amigo medico le contó de una paxciente que habia quedado cuadripléjica y sin ninguna posibilidad de comnunicarse. Pensó que si ella era capaz de soplar y aspirar un sensor similar a los que se usan en el campo para medir la presión atmosférica, colocado en su boca, le podría servir al menos para decir “sí” o “no”. Fue el orígen de su primer teclado virtual. 

“La discapacidad de una persona dice todo lo que esa persona NO puede hacer. ¿y si en lugar de eso, nos preguntamos por lo que esa persona SI puede hacer?”

Cambió la mirada, y la centró en cada persona. Hace más de treinta años que trabaja de manera personalizada, desarrollando dispositivos exclusivos para cada persona buscando que puedan comunicarse, acceder a la educación formal y a la autonomía personal controlando su entorno a través de un movimiento voluntario. 

Su más reciente invento es un dispositivo revolucionario que permite “escuchar a través del dedo”, así de descabellado como suena, es real. 

“Pensé en el sistema Braille, que les permite a los ciegos crear una pseudo imagen en su cerebro a partir del tacto. Investigué entonces las propiedades del dedo índice, que percibe frecuencias en un amplísimo ancho de banda de entre 10 y 10.000 Hz, y me imaginé que podría servir también para escuchar”

Así, desarrolló un dedal con un sistema vibrotáctil y un procesador que se coloca en el dedo índice. Luego de 8 años de investigación, Campos logró crear un dispositivo que toma el sonido ambiente y lo traduce en vibraciones de modo que la persona con discapacidad auditiva bilateral severa pueda decodificarlo. El invento de Campos está destinado a personas con sordera bilateral severa porque ellos son quienes potencializan al máximo el tacto, especialmente en el dedo índice donde se encuentran concentradas las terminales nerviosas y porque es una franja de personas con una problemática que hoy en día la tecnología no está cubriendo. El resultado es inmediato y no invasivo. Además, el dispositivo es mucho más barato que la colocación de un implante. 

“Hay un cambio de paradigma: es que hay otro canal de acceso a la audición. Tal vez haya que replantear el concepto de oír. Estas personas escucharán internamente, se generará un pseudosonido”. Sin dudas se abre una nueva línea de conceptualización e investigación y no se puede saber todavía hacia dónde va pero se plantean nuevos interrogantes del orden de “¿cómo llega la información al cerebro a estas personas?, ¿por qué esa persona escucha?, ¿por qué decodifica la información?”.


En el 1991 el Ingeniero Campos fundó el Centro Argentino de Medios Alternativos de Comunicación (CAMAC), dedicado a la investigación y desarrollo de programas especiales que permiten hacer uso de las capacidades de las personas con discapacidades físicas, sensoriales y/o mentales.

“En ese momento ya habiamos creado el primer teclado virtual, y creo que la Argentina perdió la gran oportunidad de mostrarle al mundo lo que se estaba haciendo en el país. Hawkins con su computadora apareció en 1992”.

Campos no se queja. Lo suyo es una cruzada casi anónima.

“Cuento con la colaboración de la familia, mi casa es mi lugar de trabajo, que tiene un objetivo muy claro, proveer tecnología a la mayor cantidad de personas. No se puede producir a gran escala. Hacemos trabajos a pedido y esto no nos cambia los costos. Si realmente tuviéramos un subsidio de mantenimiento, podríamos ofrecer tecnología gratuita”.

Otra vez, nuestro país no parece tomar conciencia de la magnitud de su invento. “México es quien está invirtiendo recursos y tiempo para ser los pioneros, bajo mi supervisión”. El Instituto de Neuro Ciencia de Guadalajara nombró a Luis Campos Profesor Huésped para trabajar en esa ciudad mexicana y así poder investigar sobre el funcionamiento del dispositivo a nivel cerebral. 

Mientras tanto, Luis Campos sigue trabajando en su laboratorio de Banfield, demostrando que se pueden hacer cosas grandiosas con una mínima infraestructura. Su pequeño dedal, que se carga como un celular, ha hecho posible que cientos de personas vuelvan a escuchar. 

 

 

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